Valoramos las acciones de los otros, valoramos las personas de nuestro entorno y valoramos los objetos que nos rodean; simultáneamente, los otros valoran nuestras acciones y valoran nuestra persona. Los humanos no sabemos vivir sin valorar; no tenemos una actitud indiferente y pasiva frente a la realidad, sino que la sentimos bella o fea, buena o mala, agradable o penosa.
Es descripción de un hecho o un enunciado fáctico la expresión: "por internet circulan miles de textos". Los enunciados fácticos son verdaderos o falsos en función de su correspondencia o no con los hechos.
TEOLOGALES
Se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto, a Dios conocido por la fe, esperado y amado por Él mismo. Fundan, animan y caracterizan el obrar moral del cristiano.
CARDINALES
Se diferencian de las virtudes teologales en que no tienen por objeto a Dios mismo sino el bien honesto. Dado que ordenan los actos en orden al fin sobrenatural, se distinguen también de sus correspondientes virtudes adquiridas.
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